sábado, 18 de septiembre de 2010

Una llama y un Canguro? (Part 1)


Su tatuaje en forma de cinta al rededor del bicep izquierdo con motivos aztecas y a medio terminar, significaba ruptura después de la traición y al mirárselo siempre lo recordaría. Siempre "la" recordaría; eso lo sospeché desde un principio. Sin embargo, para entonces, el joven cupido había comenzado ya con sus maliciosos juegos y mi corazón estaba siendo el  target de una de sus dolorosas flechas. En tan sólo un par de días, el corresponsal de prensa australiano se había apoderado de mi mente y estómago y seguía trasladándose a otras partes de mi cuerpo.

Transcurría Mayo del dos mil uno. Mi país estaba tan movido políticamente que las miradas de las cadenas internacionales de noticias nos tenían el ojo fijo. Que la marcha de los suyos, los tuyos y los míos, que en el bosque de la china el "chinito" se fugó, que caballo loco vuelve al ruedo, que las lavanderas lavan banderas...y sus ojos, estaban bien fijos en mí y los míos en él cuando nuestras miradas se cruzaron entre la multitud de periodistas quienes  esperábamos al entonces candidato  "cabanense", en su última semana de campaña electoral.
Acabada la rueda de prensa nos presentan. Su nombre suena perfecto. Es un Adonis. Nunca he visto a un espécimen masculino tan bien hecho. Me impresiona pero no lo hago evidente. Eso sí, soy muy sociable, amistosa y encantadora. Me invita a cenar. Acepto y allí vamos. Terminamos en un club karaoke cantando música de sus paisanos Men at work. Se tiene que marchar a Lima al día siguiente y ni uno ni otro se quiere despedir. Parecemos dos tontos; no sabemos qué más hacer para no decir adios, pero es tarde. Lo dejo en su hotel y el taxi me lleva de retorno a casa.
                                                                   
El Cholo es el nuevo presidente del Perú y los periodistas estamos en la capital cubriendo la histórica noticia. Bueno, yo la verdad viajé más por el "gringo" que el "cholo". ¿Qué estoy haciendo?. Es la primera vez -en mis veintitantas primaveras- que cometo una locura semejante: Ir en busca de un hombre del que no conozco más que su nombre , su cámara y su micrófono, y no me importa!. El flechazo me ha hecho olvidar mi posición de señorita de su casa. Tomo un taxi con destino al Marriott en Miraflores. Está en el quinto piso. La felicidad nos abruma cuando nos volvemos a ver. Y lo que llega después del hello es un beso apasionado, porque eso es lo que habíamos querido hacer desde el día en que nos conocimos en Trujillo. El corresponsal australiano es el amor de mi vida!. Al menos eso es lo que creí en aquel momento: que nuestra profesión nos había unido y que seríamos el duo perfecto; una llama y un canguro al servicio de la gente en algún lugar del mundo. Ya me veía yo viajando a su lado, trabajando juntos, fumando un cigarrillo a medias... pero el cigarrillo me lo fumo sola sentada en las afueras del aeropuerto. Ha partido una vez más y en esta oportunidad no podré seguirlo.

Me escribe correos desde su sede en México y me mantiene contenta diciéndome lo mucho que me extraña y lo mucho que le gusto. Me envía fotografías de su nueva Harley Davidson con la que ha recorrido Baja California y el Parque Nacional de las Montañas Rocosas. Me ha dicho que sueña con que yo esté sentada con él abrazada a su cintura. Pero de ninguna manera yo me montaría en ese vehículo; mi cabello terminaría hecho un desastre!. Definitivamente no me agrada la historia de la motocicleta. Creo que su naturaleza marsupial lo hace más aventurero que a esta romántica camélida. La traición aún le duele. Su ex debe haber estado definitivamente desesperada para adornarle la cabeza. ¿Habrá sido por su estilo de vida?. Un corresponsal que viaja por el mundo, que siempre esta "on call", que no conoce de horarios?. Pero en mi caso seria diferente pues ambos tenemos la misma profesión. Quizás nuestra relación podría ser duradera, ¿No?.

Su retorno a Perú es inevitable. El Secretario General de la ONU está en Lima participando de una Cumbre. Llego a la capital como una provinciana enamorada y emocionada. Volveré a ver depués de cuatro meses a mi apuesto Canguro. ¿Amigos?, ¿Enamorados?, ¿Amantes?. No estaba segura qué es lo que éramos. Pero esa noche mientras cenábamos aclaré mis dudas. Nada. El tampoco sabe qué somos, pero lo que sí sabe es que no esta listo, que aún tiene sentimientos por la mariposa traicionera y que quiere olvidar definitivamente antes de empezar una nueva relación. Quiere intentarlo!. Una llama y un canguro juntos?. Sí podría ser posible en el futuro. Sin embargo un futuro inmediato nos separaría.

Es 11 de setiembre del 2001. La tele está encendida en su canal de noticias cuando de pronto aparecen imágenes de un avión estrellándose en las Twin Towers de New York City. Qué?. Nos hemos quedado atónitos. Lo primero que escucho salir  de su boca es un mierda!. Luego su cara se palidece y sus ojos azules se abren muy grandes queriendo volar. El sabe que tendrá que ir y que, de seguro, lo enviarán a Afganistán en busca de Bin Laden. Al día siguiente ha vuelto a partir y mis esperanzas se derrumban y desmoronan como las Torres Gemelas.




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