lunes, 30 de septiembre de 2013

CANTADA Y FUGA



Cuando llegamos aquella noche a 'The Round up',  no teníamos idea que los baños  no tenían puertas ni que los cowboys mas "churros" de Dallas se encontraban allí -en tus narices- coqueteando con otros mucho más adorables. Al entrar ni nos habíamos percatado que la bandera con los colores del arco iris se agitaba orgullosamente en la marquesina. De hecho nuestro GPS nos había arrojado  el nombre de este bar como resultado de la búsqueda karaoke en down town Dallas. Esa noche teníamos ganas de cantar. 

El sitio estaba abarrotado. Habían hombres a montones. Se me ha cruzado un chico guapísimo en uniforme de marinero; lo sigo con la mirada… se ha sentado a tomar su trago mientras mira con atención el escenario donde uno de los artistas le dedica totalmente desinhibido: "Give me one reason", de Tracy Champan. "...I said this youthful heart can love you, Yes and give you what you need ..." A Milly, se le cae la saliva de ver tanta belleza y desperdicio juntos. A mi marido, se le abren los ojos y parece decirnos con la mirada que nos marchemos. Pero como somos débiles mortales inclinados a la concupiscencia y hay buena cerveza, tragos y comida, nos quedamos. La curiosidad entonces pudo más que nuestra moralidad.  Este bar tiene gran fama y esta localizado en el prominente barrio de Cedar Springs,  epicentro Gay y lesbiano en Dallas, Texas.

El ambiente ya me estaba empujando a subir al escenario y mostrar también mi talento. Sin duda era la primera vez que entraba a un bar gay, sin identificarme necesariamente con ninguna letra del LBGTQ. No sabía quiénes eran, no practicaba sus mismas tendencias ni costumbres, ni pecados (yo tenia los míos); pero tampoco era mejor ni peor que ninguno de los presentes.  Todos éramos personas creadas a la imagen de un solo Dios. Eso lo tenia claro. Sin pensarlo dos veces hice mi pedido. Mi canción: "I Will always love you" de  Whitney Houston.

Por suerte estaba usando unos lindos zapatos con plataforma, de lo contrario no hubiera alcanzado al micrófono. No lo hice público, pero de más esta decir que dediqué esta canción  a mi pareja. Como siempre me pasa, me  perdí las primeras lineas de la estrofa  pero no me amilané y continué con firmeza siguiendo el resaltar de la letra. Habían murmullos y veía todo a contraluz. De pronto sólo mi voz resonaba en el antro. Sentí sus ojos centrados en mi.  Los chicos  emocionados gritaban  y aplaudían mis notas agudas las cuales-  gracias al previo calentamiento con un shot de Tequila- habían salido potentes y melodiosas. " ...And I Will always love you, Will always love youuuuuu".  Bajé contenta del escenario haciendo hi 5's pero con ganas locas de ir al baño.

Fue en ese momento cuando Milly y yo nos dimos con la sorpresa que ninguno tenia puerta. WHAT in the world!!!.  ¿Estarán en renovación?, ¿Se las habrían robado?. Por unos segundos la escena me hizo recordar a los baños públicos en mi país.( claro que si esos no tienen puertas es debido a sus paupérrimas condiciones).  ¿Cómo se supone que podría hacer pis si corro el riesgo de que me vean?. Sin embargo las demás chicas entraban orgullosas bajándose las bombachas  con desparpajo.  Nosotras en cambio, tuvimos que turnarnos y  hacernos cortina para que nadie nos viera ni sorprendiera en el acto. 
Sentí miedo. Sentí angustia, sentí que nunca debí haberme quedado en ese bar. El hecho de verme expuesta me hizo sentir sucia e inmoral. Las puertas omisas no son ninguna novedad; en un Bar gay no existe secreta intimidad. Salimos apuradas al encuentro con mi esposo quien había sobrevivido el baño de los chicos. 

Cogidos de las manos marchamos derecho al EXIT. Afuera la bandera de colores no deja de flamear y la gente "artsy" se envuelve y desenvuelve en la  azul y estrellada noche, saltando por las calles  y flirteando de bar en bar. 

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