lunes, 20 de abril de 2020

Post tardío sobre un ex-distinguido vivo que ya esta muerto


Dieciséis de Abril del Dos mil diecinueve. Mi estimado amigo Alberto Castillo, director de la web Open Trujillo, me envía un mensaje recordándome escribir una nueva nota para publicar la semana siguiente en su revista digital. En ese momento yo estaba saboreando un nuevo vino californiano, Ménage à Trois. Una mezcla de Zinfandel, Merlot y Cabernet Sauvignon. ¡Riquísimo!.
Salud Alberto -le dije- y le anuncié que tenía la intención de escribir una respuesta a Lady Gaga y su canción “Born This Way”. ( Nací de esta forma). 
Sorprendido, me pregunta si es que que el vino ya esta haciendo efecto, pero yo le respondo que no se asuste,  que la nota de Lady Gaga le va a gustar.

A la mañana siguiente cuando me disponía a empezar la misiva, los mensajes en el whatsApp de mis hermanas me paralizaron.

Cecilia:
Mi Papá ya lo sabe?… Se trastornó con del cobarde de Alan?

¿Con lo del cobarde de Alan?. Inmediatamente ingresé a mi cuenta en Twitter cuando en el preciso instante la periodista Rosa Maria Palacios comentaba: "El día de hoy, les guste o no a ustedes, Alan Garcia es inocente porque no se ha comprobado su culpabilidad en un proceso justo y transparente. Mientras él sea inocente sigue siendo un Ex Jefe de estado del Perú y esos honores son los que le corresponden (…)  ¿Qué demonios tiene dentro una persona que toma su vida? , sólo esa persona que toma su vida lo sabe y nosotros no podemos adelantar ningún juicio". 

Alan Garcia , ex presidente peruano, se había pegado un disparado en la cabeza y se encontraba en muy delicadas condiciones,  en el Hospital Casimiro Ulloa de Lima.

Mientras tanto mis hermanas continuaban …

Angelica: Se murió Alan!. Cobarde. 

Rosario: No lo llames asíera una persona enferma. Dios lo perdone.

Pilar: Hola hermanas, yo estoy totalmente consternada, creo que lo último que se espera de una persona es que se quite la vida por desesperación. Hay que orar mucho por él. Que Dios tenga misericordia de él y su familia. 


Alan Garcia, ¿Muerto?. ¿Qué pasó?, ¿Cómo pudo ocurrir algo así?. La noticia me afectó como jamás lo hubiera imaginado y no sabía exactamente por qué.  No hice ningún comentario. No quería hablar del tema ni compartir mis sentimientos  productos de la abrupta tragedia. Una grande angustia llenaba mi corazón. Parte mi me cuestionaba que por qué me iba a doler la muerte de este hombre corrupto, ladrón, cobarde. Pero mi otra parte me consolaba y me susurraba que entendía ese dolor por este ser humano imperfecto, pecador como todos nosotros. Alan García Pérez fue presidente de mi país y de todos los peruanos. Y como había dicho Rosa María,  mientras él sea inocente sigue siendo un Ex Jefe de estado del Perú y esos honores son los que le corresponden.  
Yo tenia sólo 13 años cuando Alan García ganó las elecciones presidenciales en Perú en el año  1985. Casi la misma edad que tenia él cuando incursionaba ya en la política afiliándose desde  temprana edad a las filas de su Partido.  Tan jovencito y metido ya en un mundo peligroso. Y no era para menos, pues su gran maestro y mentor había sido Victor Raul Haya de la Torre; pensador político peruano y fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana, APRA y líder histórico del Partido Aprista Peruano. “Compañero” de mi abuelo. Mi abuelo era Aprista hasta los tuétanos. Y mi otro abuelo fue Aprista  -literalmente- hasta la muerte, la cual le llegó durante la revolución aprista en 1932 en Trujillo.
 
Recuerdo que me sentía orgullosa de llamarme Luciana, pues ese fue el nombre que el entonces presidente escogió para llamar a su cuarta hija. Pensaba que Alan y mi Padre , además de pertenecer a la misma agrupación política, tenían algo más en común: ¡Hijas mujeres!.  No sé cómo Luciana,  pudo haber leído  la carta de su padre conteniendo  sus últimas palabras. No puedo dejar de pensar en el inmenso dolor que debe producir algo semejante. 
Sí. Reconozco que también me enamoré de Alan García  como todos los peruanos lo hicieron.  Me emocionaba verlo tan joven, con su porte galante y escuchar su mensajes de balcón tan bien hilvanados, tan bien hablados, tan idealistas, pasionales, contundentes. Mi familia lo quería y yo también. Mi familia le creía y yo también. Mi familia votó por él pero yo no. No tuve oportunidad. La primera vez, como mencioné , era menor de edad y en la segunda yo ya no residía más en mi patria. Viví de  lejos su segundo gobierno del cual se le acusa de la cochina corrupción y por lo cual estaba siendo investigado. 

Alan García  nunca fue tradicional pese a pertenecer a un partido tradicionalista.  Alan era diferente y siempre único. Su ego era tan alto como él mismo. "He visto a otros desfilar esposados guardando su miserable existencia, pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos". Había escrito de su puño y letra en la misiva. Pero lo que me dejó pensativa fue el final de la epístola. "Que Dios,  al que voy con dignidad proteja a los de buen corazón y a los más humildes".

Enterado de la noticia vía Fox News, mi esposo  me pregunta que por qué se suicido el ex presidente. Piensa que como peruana, yo debo saber y responderle. Le digo que según su carta póstuma , fue un acto de desprecio, de rebeldía porque  sus adversarios lo quieren preso y jamás obtendrá justicia. El me mira y con duda me pregunta: ¿Tú crees en eso, Lucy?. Ningún político se quita la vida siendo inocente. No puedo defender a Alan. Nadie se mata siendo inocente…Sólo un loco o  un esclavo de sí mismo. Un idólatra. Una persona atormentada por el demonio quien lo ha convencido que no hay escape, que no hay otra salida para salvar su honor. Una persona que sufre en silencio porque no acepta ser quién es… ¡Qué sé yo!. Sólo el suicida sabe porque tira del gatillo.

Muchos peruanos lo lloraron, otros aplaudieron su ultima decisión. Sus enemigos todavía lo juzgan, sus amigos  y aquellos que lo apreciaban solo les quedó resignarse. Alan García Perez se nos fue de esta vida sin un Juicio terrenal; pero no podrá escapar del día del Juicio  Final.  De hecho el ex presidente, sus adversarios, sus seguidores y todos estaremos juntos -aquel día- presentes ante el único Gran Juez, mudos e incapaces de protestar la justicia divina, pues sólo bajo la ley de Dios no existe injusticia alguna.

martes, 5 de mayo de 2015

PERFUME DE MADRE




Yo era de aquellas niñas que se levantaba de la cama a media noche o cerca del amanecer y corría asustada hacia el cuarto de mamá. Sabía que a su lado el miedo pasaría y me salvaría de aquel mal sueño u oscura pesadilla.  Me sentía segura de saber que mi madre me abriría sus cobijas y me dejaría entrar en su cama. A su lado no sentía miedo, no sentía frío. Su calor y su perfume me ponían a dormir en un instante. 
Un año antes de convertirme en madre, decidí hacer un viaje con mis padres a Chile. Quería pasar tiempo con ellos pues, después de casarme, me había ido a vivir a los Estados Unidos. Los extrañaba. Quería  regalarles mi tiempo. Después de todo habían sido tres décadas de convivencia familiar hasta aquel día en que salí de casa. Era una buena oportunidad para visitar el sur. Hicimos planes en hospedarnos en casa de unos familiares. El chalet  era pequeño aunque el amor y el cariño inmensos. La Tia Lía, dueña de casa, cedió su recamara a mis papis y yo ocuparía otra más pequeña junto con ella . Ese fue el plan inicial hasta que cayó la noche. 
Definitivamente las noches primaverales en Santiago no se comparan con las noches primaverales en mi Trujillo del Perú. El frio helado se colaba por todos lados y no teníamos calefacción. En mi habitación las camas estaban ubicadas frente a la ventana con dirección a la calle. Las cortinas a medio cerrar dejaban entrever la tenue luz del poste y las siluetas de los frondosos arboles así como el vaivén de sus ramas. El susurro del viento no me dejaba pegar un ojo y mi imaginación ya empezaba a ver a los árboles acechándome. Era mi primera vez en Santiago de Chile y en una casa ajena. Yo estaba consciente de mis treinta años sin embargo como una pequeña de siete,  salí del cuarto en puntillas dejando a la tía sola para irme al cuarto donde estaba mi  mamá.
La puerta estaba entreabierta. Asomé mi cabeza y escuché a papá roncando, pero parecía que mami me había estado esperando. Creo que presintió mis antiguos temores. Tenía puesta su mañanita color rosa y además había llevado su colcha favorita. Mi mami siempre fue friolenta. Le dije que tenía miedo y que me moría de frío. Sonrió y en ese mismo instante como en los viejos tiempos, me abrió las cobijas para acostarme junto a ella. Me abrigó y me abrazó para calentarme. En ese momento mientras estábamos muy juntas sentí su perfume; un perfume que yo conocía muy bien. Una mezcla dulce y suave; una esencia única que me recordaba a esa mujer que estaba a mi lado: mi madre. Ese perfume, había comenzado a desencadenar un sin número de emociones. De pronto me sentí unida a mi madre como si su aroma fuera yo misma; como si nos perteneciéramos. Al respirar su fragancia, sentí su amor, su cariño, sentí que era mi Mamá,  y yo...yo me sentí su hija, que la amaba y que ese amor sería para siempre. Dios me había permitido estar junto con mis padres como nunca antes. Solos, los tres y tener este especial momento junto a mi madre. 
El perfume de mi Madre es un aroma único que está grabado en el banco de mi memoria y a largo plazo. Me recuerda que estuve en su vientre, que me cargó entre sus brazos, que me apoyó en su regazo. Me recuerda que algún día fui su mundo. Su perfume es rico, alegre y puro. Su perfume es sencillo. Su perfume no miente. Su perfume es verdadero; es esencia natural y ella la inventora - sin saberlo-  y sin derechos reservados. ¡Ay, Cómo hecho de menos el perfume de mi madre!. Estoy segura que vuestras madres tienen un perfume único como la mía. Y si Tú eres Madre, definitivamente eres dueña de tu propia esencia. 





lunes, 30 de septiembre de 2013

CANTADA Y FUGA



Cuando llegamos aquella noche a 'The Round up',  no teníamos idea que los baños  no tenían puertas ni que los cowboys mas "churros" de Dallas se encontraban allí -en tus narices- coqueteando con otros mucho más adorables. Al entrar ni nos habíamos percatado que la bandera con los colores del arco iris se agitaba orgullosamente en la marquesina. De hecho nuestro GPS nos había arrojado  el nombre de este bar como resultado de la búsqueda karaoke en down town Dallas. Esa noche teníamos ganas de cantar. 

El sitio estaba abarrotado. Habían hombres a montones. Se me ha cruzado un chico guapísimo en uniforme de marinero; lo sigo con la mirada… se ha sentado a tomar su trago mientras mira con atención el escenario donde uno de los artistas le dedica totalmente desinhibido: "Give me one reason", de Tracy Champan. "...I said this youthful heart can love you, Yes and give you what you need ..." A Milly, se le cae la saliva de ver tanta belleza y desperdicio juntos. A mi marido, se le abren los ojos y parece decirnos con la mirada que nos marchemos. Pero como somos débiles mortales inclinados a la concupiscencia y hay buena cerveza, tragos y comida, nos quedamos. La curiosidad entonces pudo más que nuestra moralidad.  Este bar tiene gran fama y esta localizado en el prominente barrio de Cedar Springs,  epicentro Gay y lesbiano en Dallas, Texas.

El ambiente ya me estaba empujando a subir al escenario y mostrar también mi talento. Sin duda era la primera vez que entraba a un bar gay, sin identificarme necesariamente con ninguna letra del LBGTQ. No sabía quiénes eran, no practicaba sus mismas tendencias ni costumbres, ni pecados (yo tenia los míos); pero tampoco era mejor ni peor que ninguno de los presentes.  Todos éramos personas creadas a la imagen de un solo Dios. Eso lo tenia claro. Sin pensarlo dos veces hice mi pedido. Mi canción: "I Will always love you" de  Whitney Houston.

Por suerte estaba usando unos lindos zapatos con plataforma, de lo contrario no hubiera alcanzado al micrófono. No lo hice público, pero de más esta decir que dediqué esta canción  a mi pareja. Como siempre me pasa, me  perdí las primeras lineas de la estrofa  pero no me amilané y continué con firmeza siguiendo el resaltar de la letra. Habían murmullos y veía todo a contraluz. De pronto sólo mi voz resonaba en el antro. Sentí sus ojos centrados en mi.  Los chicos  emocionados gritaban  y aplaudían mis notas agudas las cuales-  gracias al previo calentamiento con un shot de Tequila- habían salido potentes y melodiosas. " ...And I Will always love you, Will always love youuuuuu".  Bajé contenta del escenario haciendo hi 5's pero con ganas locas de ir al baño.

Fue en ese momento cuando Milly y yo nos dimos con la sorpresa que ninguno tenia puerta. WHAT in the world!!!.  ¿Estarán en renovación?, ¿Se las habrían robado?. Por unos segundos la escena me hizo recordar a los baños públicos en mi país.( claro que si esos no tienen puertas es debido a sus paupérrimas condiciones).  ¿Cómo se supone que podría hacer pis si corro el riesgo de que me vean?. Sin embargo las demás chicas entraban orgullosas bajándose las bombachas  con desparpajo.  Nosotras en cambio, tuvimos que turnarnos y  hacernos cortina para que nadie nos viera ni sorprendiera en el acto. 
Sentí miedo. Sentí angustia, sentí que nunca debí haberme quedado en ese bar. El hecho de verme expuesta me hizo sentir sucia e inmoral. Las puertas omisas no son ninguna novedad; en un Bar gay no existe secreta intimidad. Salimos apuradas al encuentro con mi esposo quien había sobrevivido el baño de los chicos. 

Cogidos de las manos marchamos derecho al EXIT. Afuera la bandera de colores no deja de flamear y la gente "artsy" se envuelve y desenvuelve en la  azul y estrellada noche, saltando por las calles  y flirteando de bar en bar. 

martes, 17 de septiembre de 2013

BIENVENIDO MY DARLING EXTRAÑO


El Caballo de Copas. Era la segunda vez  que la bruja  me lanzaba esa carta. Aquella vidente tan difícil de entender. Hablaba sin pasar saliva y tenías que ser rápida en leer de sus labios las palabras que salían a medias debido a su desgastada dentadura. Yo la encontraba algo cómica pero, la dama, tenía fama de ser muy precisa en leerte la suerte; en adivinar tu futuro. Visité su casita un par de veces a pedido de mi mejor amiga quien estaba interesada en saber si su ex enamorado seguía pensando en ella. Yo también hice mi consulta: ¿Es que mi amor platónico dejaría alguna vez de serlo?. La mujer era ambigua. Yo era incrédula. Me resistía a pensar que alguien pudiera decirte qué iba a suceder en el futuro. ¡Sólo Dios lo sabía!. Además cuando uno tiene veinte años, el futuro es lo último en lo que se piensa. "Hay un hombre blanco en tu vida que viene por la puerta grande y te llevará con El", me dijo la mujer.

Conocí  a varios jóvenes con las características del caballero descrito por la bruja. Tez clara, ojos líquidos, cabello castaño, soñadores, románticos con grandes ideales,  pero aún no me había ido con ninguno. Estos caballeros galoparon  en el mismo caballo con que llegaron algún día a mi vida; un caballo que  no me atreví a montar o en todo caso no era tiempo de hacerlo. Ninguna de esas relaciones había tenido un final de Corín Tellado. Aquella década fue una década de aprendizaje. De enamoramientos,  de pasiones, romances, ilusiones, desilusiones, mentiras y traiciones. Mi diario incluía varios poemas de amor y arrepentimiento  por un joven que dejé marchar. En mi joyero aún conservaba  el  anillo de compromiso que me recordaba mi falta de compromiso. Y en mi corazón conservaba las heridas de un amor no correspondido.

A puertas de cumplir mis treinta veranos, me tropecé con una moderna bola de cristal la cual curiosamente tomé en mis manos. La esfera se iluminó de inmediato y ví la silueta de un hombre en una agencia de viajes. La agente le informaba que el vuelo que necesitaba estaba full y que definitivamente no quedaban espacios. Lo vi marcharse cuando de pronto, los cristales cambiaron su color. 
Me llevé la bola a mi trabajo y la guardé en un lugar seguro. Luego revisando mi correo electrónico, encontré  un mensaje que cambiaría el curso de mi vida. El hombre misterioso de la bola era el mismo hombre que había conocido yo en algún lugar del ciber espacio. Su llegada a Perú fue  en viaje de negocios y terminada su semana de trabajo decidió que el fin de semana lo dedicaría a conocerme. Me cuenta que le ha pasado la cosa más extraña. Que no encontraba vuelo Lima-Trujillo, que ya se marchaba de la agencia pero que de repente alguien canceló su vuelo y que ahora su viaje a mi linda tierra era un hecho. Nuestro contacto se había iniciado meses atrás gracias a la creciente tecnología del siglo 21. El internet, había habilitado y  acelerado nuevas formas de intercomunicación mediante la mensajería instantánea, forums y las redes sociales. Nuestra comunicación virtual se había limitado a preguntas y respuestas frecuentes sobre el clima, Cuzco, software, hardware, Microsoft, Apple,  el 11 de septiembre, Bush y Fujimori. Yo estaba feliz practicando escribir en el idioma  inglés y a él se le notaba muy contento de poder conversar con una descendiente de los Incas.

Viernes ocho de marzo del dos mil tres. Sentada en mi escritorio escucho pasar a lo lejos el avión del vuelo de la tarde. Ha arribado. Se siente como el presidente de los Estados Unidos  bajando de su avión privado por las escaleras. Una suave brisa recorre su rostro, así como un muy particular olor a ganado. De todas las ciudades en el mundo que conoce, Trujillo, definitivamente empieza a ganarse el título de única. Un taxista enviado del  hotel lo recibe y guía hasta su auto. Al apreciar el vehículo, nuestro turista, no sabe si el bólido está en condiciones de arrancar.  Enhorabuena es un hombre positivo y alegre. Por su lado, el chofer se siente importante porque el único "gringo" que bajó del avión aquella tarde de verano, está ahora sentado en su carrito vintage. ¡Sí, señor!. Y allí van los dos, sonrientes,  a 20km. por hora rumbo a su destino.

La bola de cristal nunca me había mostrado su rostro. Cuando me presento en su hotel, me está esperando en la recepción. El tiene una idea borrosa de mí, pues la foto que colgué en el internet no estaba nítida y aunque yo tampoco sé como es físicamente estoy segura que es él. Tiene puesta una camisa blanca y unos pantalones color camel. Su rostro tiene un bonito color bronceado. Su cabello brilla como hilos de oro. Lo primero que me llama la atención es su cálida sonrisa que me recibe como si me conociera de hace mucho tiempo atrás. Le doy un abrazo, le digo Hello!, How are you? y busco  sus ojos, sus graciosos ojos pardos  que me producen una absoluta paz y alegría. El sólo sonríe, sonríe y vuleve a sonreír. 
En ese momento no hay más pantallas, estamos frente a frente y necesitamos comunicarnos. Hay mucho qué decir y definitivamente no será en Español. En mi cartera , llevo mi diccionario de inglés de bolsillo,  varios  lapiceros y post-it amarillosEmpiezo a balbucear en su lengua oficial; él ni siquiera balbucea la mía, así que intento articular mejor mis palabras y poner en práctica mis conocimientos en la materia. Creo que la vida me había estado preparando para este encuentro instilando en mi desde pequeña el gusto por el idioma anglosajón. Recuerdo mi obsesión con los libros de ingles de mis hermanas mayores. Yo quería hablar ingles a como diera lugar, y eso tenia que hacer en este preciso momento. 
Terminados los respectivos saludos y balbuceos, he logrado comunicarle que tomemos un taxi y allí vamos directo al lugar donde se prepara el mejor Pisco Sour de la ciudad. Nos los hemos tomado casi todos celebrando el Día Internacional de la Mujer y brindando por nuestro encuentro. Después de caminar por la plaza principal y mostrarle nuestro monumento a la Libertad, lo he llevado a bailar y para mi grata sorpresa, no tiene dos pies izquierdos. De hecho lleva bien el compás de los ritmos latinos. Le digo que para ser "gringo" baila muy bien. El se siente halagado y sorprendido de su actuación pues nunca ha bailado una salsita, un merenguito y mucho menos una chicha en su vida.

Nuestros cuerpos están bailando muy juntos, nuestras manos entrelazadas, nuestros ojos comunicándose sin ninguna barrera pero... no quiero pensar en romances ni ilusionarme con otro caballero más. No quiero, pero desde que nos miramos parece que hemos querido estar juntos. No quiero y sin embargo no puedo huir de este extraño que llega cuando menos lo pienso y cuando más lo necesito. Un extraño que habla una lengua diferente a la mía, que vive a kilómetros de distancia,  que tiene millones de pecas en el cuerpo, que come hamburguesas y toma diet coke. Un extraño que me llevará con él en su caballo alado lejos de mi tierra y de los míos atravesando ríos, mares, desiertos, montañas y junglas en medio de tormentas, huracanes y tornados. 

Sí, el hombre de mi vida resultó ser más o menos como el hombre descrito por la vidente. Sin embargo creo firmemente que nuestros destinos tienen que haber estado pensados desde mucho antes y que nuestro encuentro va más allá de simples supersticiones o lógicas coincidencias.  

jueves, 12 de abril de 2012

El Gran dia de Dodge (part 2)

Coincidentemente el mismo año que Dodge llegó a nuestras vidas, mi madre había dado a luz a la cuarta de sus hijas. Dodge nunca había visto a un bebé.  Le resultaba tan linda aquella pequeña humana  criatura de cabellos negros y ojitos vivarachos. Para la pequeña, el auto era lo máximo. Era un gigante y era suyo. Porque todo lo que es de nuestros padres es también nuestro; lo sentimos como nuestro. Ya pueden imaginarse las clásicas fotografías  de la nena sentada sobre la capota del auto. Contrastaba tan bien su cabello negro y rizado con el color rojo de Dodge.  Y a Dodge le deleitaba tanto verla a ella y  a sus hermanas jugar y posar para papá y mamá. Crecieron juntos. Sumaron años juntos. Ella convertida en maestra  permanecía soltera y la verdad todos veíamos bien verde que algún día se casara. Hasta Dodge las veía green!. Prácticamente mi hermana estaba casada con su trabajo: su jardín de la infancia y sus niños.



Después de más de diez años, las campanas redoblaban nuevamente en la familia. En Enero del dos mil cinco y Diciembre del dos mil diez, mi tercera hermana y yo nos comprometimos para siempre en matrimonio.  En ambos casos el auto de novios fue un Ford de los años 30. No, no escogimos  a Dodge. Claro que lo queríamos y que significaba mucho para nosotras pero le explicamos que nos gustaba aquel Ford. Sólo en esta ocasión no se ofendió porque sabía que Ford le antecedía y coincidía con ambas en que era un hermoso auto. Además para entonces , su motor había estado fallando y se detenía sin qué ni por qué  en cualquier momento y en cualquier lugar y luego no encendía más!!. Había pasado de imponente a impotente. Solamente el Sr. Liza puede ayudar a papá en esos momentos. Es el único mecánico en Trujillo que conoce de motores achacosos como el de Dodge.
                                       
Algo me hace pensar que el Coronet empeoró cuando nuestro garaje tuvo que ser remodelado para acoger al nuevo consultorio de papá y por consecuencia tuvo que irse a dormir a una playa de estacionamiento cerca a casa. Después de tantos años no dormiría más en casa. Todos los días después de ponerse el Sol, papá lo guarda en aquella fría cochera y allí pasa la noche a la intemperie.  Dodge se siente como un reo que regresa a su celda. Abandonado, anciano, vetusto. Diagnóstico: depresión senil.

¿Será que ya no le importo a nadie?, ¿Será que me he convertido en un gran estorbo?. Atrás han quedado los días en que todos querían subir y pasear en mis amplios asientos de cuero. Atrás han quedado los paseos largos en familia. Atrás han quedado los cariñosos halagos. Ahora todo se ha vuelto críticas.  Que me atasco debido a mi baja tracción,  que no tengo cinturones de seguridad,  que mi timón está desalineado, que soy muy grande, que soy antiguo, que estoy viejo, que no tengo AC, que no tengo radio... Sin embargo allí está papá para salvarlo y sacar la cara por él. Papá es su héroe. No puede estar más agradecido de tener un dueño como El; uno tan fiel, paciente y con tan buen sentido del humor. Papá ve a su auto como una extensión de su cuerpo. Sabe que su motor es su órgano principal, como su propio corazón y que sin él moriría.  Y Dodge quiere vivir.
Las visitas de Liza -su mecánico de cabecera- se vuelven más seguidas. Con sus cuidados y el cariño de papi  nuestro auto comienza a sentirse mejor. Lo ha mandado pintar por tercera vez y también le han colocado las iniciales que estaban faltando. Ahora se puede leer perfectamente que es un DODGE CORONET.  El  440  aún está omiso, pero es lo de menos porque luce rejuvenecido y contento.
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Papá ha ido temprano por él y lo ha  estacionado como siempre frente a casa. Dodge luce un brillo muy particular. Un taxi se detiene y dos mujeres bajan cargando muchas flores. Dodge siente que le están poniendo "cinta scotch" encima. ¿Qué pasa?. No tiene idea. Ni se las huele que está a punto de hacer realidad su más deseado sueño. Ha llegado el día: El gran día de Dodge!.

Dentro de casa hay un pequeño alboroto ocasionado por su casi dueña: la maestra de la familia quien- contra todo pronóstico- SE NOS CASA!. Mamá agradece al Señor y a Santa Marta a quien encendió la vela cada martes pidiendo para que todas sus hijas encontraran la felicidad y se unieran en matrimonio.  

Sí, estuve allí esa tibia mañana de invierno mientras decoraban a nuestro querido auto. Llevaba dos hermosos arreglos de flores blancas por delante y por detrás y unos pequeños ramos cerca de las puertas. Nunca lo vi tan elegante. ¡Qué pinta de auto!. Sus iniciales brillaban y lucía imponente como en sus años mozos. Estuve allí esa mañana para ayudar a mi querida hermana a vestirse de novia. Nunca la había visto tan radiante, feliz, nerviosa y hermosa. Estuve allí para presenciar aquel gran momento: Mi padre saliendo orgulloso de casa con la última de sus hijas soltera y abriendo la puerta de su grande y fiel amigo quien por primera vez en su vida es vehículo oficial de Bodas. Es sólo en este instante que Dodge se da cuenta que en su asiento lleva a la mujer más bella que le ha devuelto su dignidad. ¡Es la misma niña que vio crecer!. Si pudiera llorar lo haría; en cambio su motor vibra emocionado mientras recorre las calles de la ciudad donde lo señalan para admirarlo porque ,sólo un auto  lindo e importante es elegido para llevar a una novia, ¿No?. Y aunque en esta ocasión Papá no va en el volante, el chauffeur es de la familia y Dodge confía en que sabrá guiarlo a su destino. Este día -definitivamente- no piensa hacer ninguna maña. 

Terminada la ceremonia, los novios suben a su auto corriendo entre arroces, aplausos y lágrimas de los invitados. Pero no van solos. El fotógrafo y yo nos hemos "colado" con ellos. Los dos tórtolos se sientan cómodamente y bajan las ventanas para ventilarse. Dodge va lento; quiere que los esposos disfruten de su primer paseo juntos y se sientan contentos con su actuación. Una suave brisa sopla en sus rostros; se miran, sonríen  y sellan la fotografía con un beso.

Sé que resulta tonto pensar que un auto pueda tener sentimientos y que sueñe con ser un auto de bodas, pero nuestro Dodge es singular. Somos nosotros quienes le damos el valor que queremos, y nosotros mismos quienes le damos vida o muerte. Un auto no es más que el reflejo de sus dueños. Yo veo al mío fuerte, luchador, positivo, con ganas de seguir adelante. Añoso -sí-  pero también contento. Papá me ha dicho que si DODGE pudiera hablar esto es lo que diría: "Me siento satisfecho de haber servido a mis dueños y les agradezco tanto por haberme cuidado con cariño. Gracias Familia!". Gracias a ti, mi querido DODGE.

















     

viernes, 30 de marzo de 2012

El Gran día de Dodge (Part 1)


El auto rojo más grande en la ciudad es el auto de mi padre. Si pasan por la calle de los cien fuegos -en mi natal Trujillo- siempre lo verán allí anclado frente a casa. Y digo anclado porque muchos se han referido a El como: "la lancha", "el barco" y hasta lo han llamado "el crucero del amor". Papá nunca se ha ofendido, por el contrario sabe que esto sólo significa RESPETO a su auto y sus dimensiones. Todos le abren paso y no se atreven a meterse con el rey de las pistas.
El Dodge Coronet 440 ha cumplido cuarenta y cinco años al servicio de la familia y la colectividad trujillana. Ha rodado más de cien mil kilómetros en su vida automovilística y ha conducido orgullosamente a cuatro generaciones. Es imposible imaginar a alguien más en el volante del gigante. Sólo papi conoce de sus mañas, sus defectos y también de su grande sueño; de aquel  día en que las miradas  y las sonrisas se vuelvan hacia él  como reconocimiento a su trayectoria, como reconocimiento a su fuerza, su elegancia y potencia.

El Coronet 440 fue el vehículo más popular en ventas en los Estados Unidos entre el 65 y 67. Es en Julio de este último año que mi padre lo adquiere prendado de su elegancia, presencia, amplitud y por ser lo mejor de lo mejor en autos importados para profesionales en aquella década. Mecánico, de cuatro cambios con palanca en el timón, Dodge era un espectáculo. Su color rojo brillante se distinguía a leguas y sus dimensiones amilanaban al resto de vehículos en las pistas y autopistas de la costa norte del país. De Huaquillas a Lima, Dodge ha paseado y compartido con la familia en múltiples oportunidades. Nos ha visto crecer e incluso nacer. Nos ha dado nuestros primeros paseos. Nos llevó al kinder, al cole, a la playa, a los quinces, a misa, a la universidad y últimamente asiste a infinidad de velorios y sepelios.
Siempre fue el auto oficial de nuestra gran familia. No sabemos cómo es que entraban tantas personas en él. ¡Era milagroso!. Su gran tamaño era su gran virtud y a la vez su debilidad, ya que por ser grande era también sediento. Dodge nació en una época en que la gasolina era barata pero, al estallar la crisis  del petróleo en los 70's se sintió frustrado. Fue obligado a NO circular ciertos días de la semana por racionamiento de gas. Pero si para eso había venido a este mundo!, ¡A rodar!. Callado no más tuvo que hacer caso a Papá quien como buen ciudadano comulgaba con la idea del "Ahorro es Progreso". Recuerdo claramente esa calcomanía blanca que decía: Martes y jueves no circular. En aquel entonces era yo una niña y no entendía de guerras por petróleo. Aún ahora no lo comprendo. 
Luego de esta crisis mundial, los autos de gran volumen dejaron de fabricarse y en consecuencia  pasaron de moda. Por eso es que los Coronet's son escasos. Papi es uno de los pocos en Trujillo que todavía lo conservan. Su motor es fiel y siempre tiene arreglo. Durante años, mis hermanas y mi madre trataron de persuadirlo para que se comprara otro menos grande y menos costoso de mantener. Pero Papá jamás se dejó convencer. El y Dodge habían desarrollado una suerte de fiel amistad y eran el uno para el otro. (...)"Parecía automático, pues al estar con mis tragos sabía por dónde llegar a casa y entrar al garaje sin problemas", recuerda papá.
Mi hermana mayor fue la aprendiz de papá y hasta la fecha la única de las cinco que se atrevió a manejarlo. Cuando estaba al volante se sentía especial. Esto hacía a Dodge muy feliz. Pensaba que el cariño que ella le demostraba era suficiente para que algún día, llegado el momento, lo escogiera como su auto de bodas. Dodge esperó pacientemente  pero ese día jamás llegó. Mi hermana prefirió al bullicioso Mustang de su novio. Dodge se sintió traicionado y los celos le hacían pensar que Mustang no tenía buen porte y que además era incómodo al tener sólo dos puertas. Quizás para la siguiente boda se fijarían en El. Pero no. Mi segunda hermana tampoco lo escogió. Los novios manejaron el Nissan Sentra del vecino. Dodge no podía creer que había sido desplazado por un auto ¡compacto!. Sin embargo no dejó notar su tristeza y en ambas oportunidades manejó satisfecho y orgulloso con papá y toda la familia. 


Lo que hace más feliz a nuestro auto es tener a mucha gente dentro. Es muy servicial. Cada momento, cada carrera, cada paseo están guardados celosamente en su memoria y por supuesto en la memoria de papá. Ambos se sienten felices de haber abrigado y dado asiento a los nonagenarios abuelos, a su amada esposa, a sus cinco hijas y sus seis nietos. De haber transportado a ministros, políticos, médicos, amigos ricos y pobres. A veces si te quedas en silencio parece aún retumbar allí dentro nuestras risas, gritos y conversaciones y - si cierro los ojos- puedo verme trepando en los asientos yendo de atrás para adelante cuando era pequeñita. Con los ojos cerrados también se puede sentir  la brisa de nuestra playa preferida y el incienso de la procesión en Domingo de Ramos. Sí, Dodge está  impregnado de ése y de otros almizcles. En el espejo retrovisor puedo ver también el día de la primera merecida cachetada que recibí de Papá. Dodge definitivamente nos ha visto crecer, madurar, pecar,  triunfar, caer y levantarnos. VENDERLO?. "Lo bueno, bonito e importado NO se vende. Lo querían comprar para tenerlo de colectivo. Eso NUNCA!", me dice papá.



miércoles, 25 de enero de 2012

La Felicidad de Perfecta

La Perfecta casada se va de vacaciones. Todos en  casa aluden que necesita distracción, que trabaja mucho, que está estresada, que necesita relajarse. Le han comprado boletos de avión y la van a enviar a visitar a unos parientes en la conchinchina. Ella, la verdad, no está segura de necesitar las "ansiadas" vacaciones pero el esposo la ha convencido y le ha dicho que se tome todo el tiempo que quiera; es más su boleto de retorno tiene fecha para dentro de tres meses, cosa que Perfecta ignora.

Con mirada triste, ha dejado su cocina. Aquellas cuatro paredes en donde amanece preparando el desayuno y anochece salpimentando la cena. Allí quedan su refrigerador: el que llena y rellena todos los días con frutas, carnes y verduras, su estufa que -como  ella- jamás descansa  de hervir agua  y de cocer los sabrosos guisos,  su hornito eléctrico( algo corroído)pero que aún le sirve para hacer sus tostadas y recalentar una que otra cosilla. Su retaíla de cuchillos que no cortan, pero solamente ella sabe afilar y hacerlos funcionar. Su televisor pantalla no plana donde sintoniza el canal católico para rezar el Rosario. Mira de reojo también el microondas . Los va  a extrañar. 
Sube al avión y siente que quiere bajar. Perfecta no quiere irse a ningún lado. Respira algo ansiosa pero se calma, aun así  se  toma una pastillita para dormir durante el largo viaje; después de todo quizás si necesite las vacaciones, piensa.

Estudió por vocación en una de las mejores escuelas de enfermería  y se graduó de enfermera con honras. Fue como enfermera que conoció al hombre de su vida pero  al nacer su primera hija, él mismo la invito a dejar su profesión para dedicarse a su familia, ya que como "Doc" podía hacerse cargo de todo, por lo que encargó cuatro hijas más. Perfecta a menudo repetía que Dios había sido bueno al no enviarle hijos varones de lo contrario estaría en el manicomio  o en la cárcel.  Desde entonces se convirtió  en el prototipo de perfecta casada. La mujer honesta, fiel, religiosa, que se queda en casa criando a los hijos y atendiendo al  esposo en todo lo necesario.

Perfecta ha empezado a olvidarse de las cosas. Para sus hijas estos síntomas de arterioesclerosis son un pecado, pues ella es Perfecta. Se horrorizan y aveces la hacen sentir mal con miradas o comentarios a sus espaldas. Se quejan si en la semana cocinó tres días seguidos el mismo menú. Se cansan de escuchar las mismas historias una y otra vez. Sin embargo su familia en la conchinchina está feliz de tenerla y, como no la ven seguido, se detienen a admirar las arrugas que embellecen su rostro contrariamente a lo que al otro lado del mundo la hacen vieja y fea. Esas arrugas de heroína, de luchadora, de sobreviviente en su valle de lágrimas.

Los parientes también disfrutan sus deliciosos platillos pues ella insiste en ayudar en la cocina. No quiere perder la costumbre. Quiere sentirse necesaria, útil. Perfecta piensa que si no mueve la escoba, no cocina, no riega las plantas, no se queja, no corrige, no grita, no se enoja...  su mundo está de cabeza y no sirve para nada. Es como si con el  paso de los años hubiera perdido la capacidad de disfrutar de la vida mas allá de su papel de esposa y madre. No se detiene a ver el amanecer, ni a contemplar el anochecer. No le gusta el verano, ni caminar descalza por la arena. No contempla la Luna y mucho menos las estrellas. 
Nuestra Perfecta es una mujer maravillosa y valiosa. Claro que a ella se le olvida porque  con el ir y venir de los días, meses y años nadie se lo recuerda. Quizás sólo en el día de las madres la llenen de rosas y tarjetas con palabras robadas que se ajustan a los sentimientos del momento. Pero creo que Perfecta necesita escuchar palabras de amor y agradecimiento más seguido. Necesita abrazos, besos,  necesita mostrarse frágil y sentirse  protegida. 

El día más feliz para Perfecta es cuando  toma el vuelo de regreso a casa. Está contenta y agradecida de haber pasado este mes con los parientes, pero cuando llega al aeropuerto su rostro dibuja una cara de plena felicidad. Sí, regresa a su hogar, a su rutina, a su mundo. La idea de su amado esposo era que descanse por tres meses pero... PERDÓN,  sólo en sueños esta Perfecta podría haberse ausentado tanto tiempo  de su hogar. Y allí va con lágrimas en los ojos rumbo al avión que la llevará de regreso casa. Las lagrimas del ojo izquierdo son de pena por dejar a los parientes que tanto la quieren y la miman; las del derecho de felicidad, por razones obvias.

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